viernes, 4 de noviembre de 2011

En la Semana Forestal Nacional 2011

Anualmente, la primera semana de noviembre se conmemora la semana forestal nacional y con justa razón no solo se restringe su celebración a un día sino que se prolonga por una semana. Lo cierto es que,debiéramos darle la mayor atención posible a esta materia porquelos bosques son los que apoyan nuestros medios de subsistencia y representan un aporte real para la reducción de la pobreza.

Coincidentemente este año, la celebración resulta particularmente especial por dos motivos:
Primero, porque el año 2011 ha sido designado por la Asamblea General de las Naciones Unidas como el “Año Internacional de los Bosques” con la finalidad de aprovechar el impulso alcanzado en otras materias referidas al enfrentamiento del cambio climático y a la conservación de la diversidad biológica, para enfocar la atención ahora hacia los bosques.

Segundo, porque hace pocos meses y luego de un prolongado proceso de elaboración normativa fue aprobada la nueva Ley Forestal y de Fauna Silvestre. La dación de esta norma sin duda servirá para regular la conservación y el aprovechamiento sostenible de los recursos forestales y de fauna silvestre más aún con la implementación de la nueva institucionalidad nacional soportada en el Sistema Nacional de Gestión Forestal y de fauna Silvestre SINAFOR. No obstante a su riguroso proceso de multisectorialidad e inclusión de aportes consensuados de los pueblos indígenas y de representantes que participaron durante el proceso de consulta previa a la aprobación de la referida norma, un asunto cuestionable aún es que la administración forestal perdura en la cartera de Agricultura, a pesar de que lo correcto sería que esto lo asumiera la cartera ambiental.

El Perú es primordialmente un país forestal ya que posee más 73 millones de hectáreas de bosques lo que es equivalente al 57% del territorio nacional, es decir, casi los dos tercios de nuestro país están poblados de bosques. Este es el verdadero potencial que se erige como la mayor fuente de provisión de bienes y servicios asociados a los bosques. Entre algunos de los múltiples beneficios podemos mencionar que los bosques son importantes porque albergan la gran variedad de plantas nativas usadas con fines medicinales por sus pueblos indígenas, constituyen belleza paisajística, brindan protección a los suelos, proveen alimentos y una gran variedad de especies y genes, regulan el clima, permiten almacenar agua, y ayudan a mantener el balance de los gases en la atmósfera secuestrando el carbono.

Pero además, los bosques desempeñan también un papel crucial en la mitigación y adaptación al cambio climático. En relación al Protocolo de Kyoto, los bosques pueden contribuir a la reducción de las emisiones de Gases de Efecto Invernadero GEI de los países desarrollados. Mientras que los países en vías de desarrollo podemos participar en las actividades de forestación y reforestación aplicable al Mecanismo de Desarrollo Limpio (MDL) para compensar las emisiones globales.
Incluso ya se proponen en los nuevos compromisos referentes a la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático opciones de mitigación adicionales relacionadas a los mecanismos de reducción de emisiones por deforestación y degradación forestal (REDD).

En el segundo semestre del presente año con la finalidad de conservar los bosques para mitigar el cambio climático, se creó adscrita al Ministerio del Ambiente, el Programa Nacional de Conservación de Bosques para la Mitigación del Cambio Climático con el objetivo de conservar 54 millones de hectáreas de bosques tropicales para mitigar el cambio climático y contribuir al desarrollo sostenible al 2021. Evidentemente, con esto el cambio climático presenta un nuevo conjunto de retos para el sector forestal, pero al mismo tiempo genera nuevas oportunidades.

En la Región Junín también se han generado en los años precedentes (2007-2010) políticas, planes, estrategias y concretado proyectos en calidad de aprobados y viables que abordan tanto el desarrollo forestal integral como la implementación de acciones estratégicas de adaptación al cambio climático. Es fundamental entonces que los recursos gestionados para tales fines no se pierdan ni se dilaten innecesariamente en el camino por falta de visión, entendimiento o por mezquindad. Debe recordarse que la región Junín es un territorio andino-amazónico, que comprende a los bosques de selva alta y a los bosques andinos, y las medidas a implementar deben incluir esta concepción para garantizar la sostenibilidad a largo plazo.


Por Elizabeth Oré

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