miércoles, 4 de enero de 2012

2012: Año Internacional de la Energía Sostenible para Todos

Considerando la relación intrínseca de energía y desarrollo sostenible que resalta la importancia de una energía menos contaminante y más eficiente para reducir la pobreza, y la importancia del acceso a servicios energéticos aceptables en los países en vías de desarrollo para lograr los Objetivos de Desarrollo del Milenio, lo cual ayudaría a mejorar las condiciones y el nivel de vida de la mayoría de las personas de menores recursos; la Asamblea General de las Naciones Unidas proclamó el año 2012 como el “Año Internacional de la Energía Sostenible para Todos”.


Esta designación fue adoptada luego de evaluar el estado situacional de que en los países en desarrollo, existen más de 3 000 millones de personas que dependen de la biomasa tradicional para cocinar y como fuente de calefacción, y 1 500 millones de personas que carecen de electricidad, así como millones de personas que por condiciones de pobreza no pueden solventar estos servicios energéticos a pesar de que estos sí están disponibles en sus medios. A esto se suma que la falta de energía no es el único problema, sino también consideraciones de salud pública justifican la denominación de este año ya que por efecto del uso de energías tradicionales mueren alrededor de 2 millones de personas de forma prematura. Definitivamente si no se hace nada por evitarlo, estas cifras podrían ser mayores en las próximas décadas por lo que la atención de las políticas públicas energéticas / ambientales y la implementación de programas que comprendan el cambio de matriz energética debieran ser las prioridades actuales.

La energía sostenible es aquella energía que se produce y se usa de forma que apoyen a largo plazo el desarrollo humano en el ámbito social, económico y ambiental. El acceso a la energía sostenible está inseparable de un futuro sostenible para el mundo en desarrollo ya que los servicios energéticos tienen un profundo efecto en la productividad, la salud, la educación, el cambio climático, la seguridad alimentaria, el mantenimiento hídrico y los servicios de comunicación.


Por ello, resulta particularmente importante invertir en el acceso a opciones tecnológicas energéticas menos contaminantes y en un futuro para todos con capacidad para adaptarse al cambio climático, así como la necesidad de mejorar el acceso a recursos y servicios energéticos que sean confiables, de costo acequible, económicamente viables, socialmente aceptables y ambientalmente sostenibles.


No obstante, para utilizar en mayor medida las fuentes de energía nuevas y renovables disponibles y ampliar la prospección de fuentes adicionales menos contaminantes hay que transferir y difundir tecnologías. Es necesario adoptar más medidas para estimular la aportación de recursos financieros suficientes, de buena calidad y que lleguen en el momento oportuno, así como la transferencia de tecnología avanzada de los países desarrollados hacia los países de economía en transición para facilitar un uso más amplio y eficiente de las fuentes de energía, en particular las fuentes de energía nuevas y renovables.


Es fundamental que nuestras sociedades vayan reduciendo su dependencia energética de los combustibles fósiles fomentando el uso de fuentes de energías alternativas y aprendiendo a usar la energía de forma eficiente. En nuestro país el Ministerio de Energía y Minas el año 2008 decretó medidas para el ahorro de energía y posteriormente el Ministerio del Ambiente desde el año 2009 viene implementando y promoviendo medidas de ecoeficiencia que contemplan entre otras medidas, la ecoeficiencia energética, que en líneas generales consiste en la adecuada administración de energía y por ende, su ahorro, tanto económico como ambiental.


Por: Elizabeth Oré N.

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